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La cerámica es una superficie similar al vidrio, tiene un coeficiente de fricción extremadamente bajo y es ideal para aplicaciones que buscan reducir la fricción y el calor. Las bolas de cerámica requieren menos lubricante y tienen una mayor dureza que las bolas de acero, lo que contribuirá a aumentar la vida útil del rodamiento. Las propiedades térmicas son mejores que las de las bolas de acero, lo que da como resultado una menor generación de calor a altas velocidades y un rodamiento capaz de soportar temperaturas extremadamente altas. Los rodamientos completamente cerámicos pueden tener un retenedor o un complemento completo de bolas; los materiales de retenedor utilizados son PEEK y PTFE.

Los rodamientos de bolas cerámicos utilizan bolas de cerámica. El peso de las bolas de cerámica es menor que el de las bolas de acero, según el tamaño. Esto reduce la carga centrífuga y el deslizamiento, por lo que los rodamientos cerámicos híbridos pueden funcionar más rápido que los rodamientos convencionales. Esto significa que la ranura de la pista exterior ejerce menos fuerza hacia adentro contra la bola a medida que gira el rodamiento. Esta reducción de fuerza reduce la fricción y la resistencia a la rodadura. La bola más ligera permite que el rodamiento gire más rápido y utiliza menos energía para mantener su velocidad.